martes, 18 de mayo de 2010

Artemia Salina!...


La Artemia salina es un pequeño organismo que vive en las aguas salobres e hipersalinas de todo el mundo. Es la presa viva más adecuada para la alimentación de los estadios post-larvarios de muchas especies de peces y crustáceos marinos. Y en su fase adulta resulta un aporte interesante para multitud de invertebrados y peces que pueblan nuestro acuario. Este pequeño ser es un crustáceo de la subclase de los anostráceos y conforma el plancton de las aguas continentales salobres.

Las ventajas que representa como alimento son:

    • Pequeño tamaño (adultos 8-13 mm. de longitud).
    • Elevado contenido en proteinas (nauplios 50-60%; adultos 40-50%).
    • Gran eficiencia en la conversión del alimento.
    • Reproducción por medio de quistes durables que toleran la desecación y pueden ser activados en cualquier momento bajo condiciones adecuadas.

Huevos:

Lo primero que debemos hacer es elegir y comprar los huevecillos. Normalmente los venden descapsulados, en varias marcas. Si no se encuentran descapsulados, que suele ser raro, se deben tratar con una solución de lejía diluida, con lo que se disuelve la cáscara. Es mejor descapsulados porque esto nos asegura un mayor porcentaje de eclosiones, menos cáscaras vacías y menor tiempo de incubación.

Incubación:

Para incubarlos se pueden seguir varios métodos muy fáciles. Por ejemplo, se comercializa un aparato que se coloca dentro del acuario con un macarrón que insufla aire, y totalmente estanco.
También se puede seguir la forma más clásica, dentro de una botella fuertemente aireada con un difusor. O por último dentro de un acuarito destinado para este fin donde se les puede también dejar para su desarrollo hasta la etapa adulta.
Se realice de una u otra forma las características para la incubación son las siguientes:

    • T = 26 a 28 ºC.
    • Salinidad = 32'5 gr/l. o 1.022
    • Tiempo de 24 a 48 horas.
    • Oxigenación casi a saturación.

Desarrollo:
Si se desea mantenerlos para que se transformen en adultos es necesario trasladar a los nauplios a un acuario a tal efecto. Se puede utilizar un acuario de 5 o
10 litros, en el que se mantendrá una aireación constante, pero no exagerada (puede albergar hasta 5000 nauplios por litro). La iluminación no es importante pero si necesaria si las vamos a alimentar con algas (entonces es conveniente poner un tubo durante 12 horas diarias). Las artemias soportan temperaturas de 20 a 30 ºC, una de 26 será conveniente, la salinidad la antes indicada.

Durante los primeros días el crecimiento de los nauplios es lento. El alimento distribuido debe repartirse en pequeñas cantidades pero a menudo. Los primeros cruces tienen lugar de 15 días a 3 semanas después de la eclosión. Las parejas se pueden identificar fácilmente; el macho está constantemente pegado a la parte anterior del cuerpo de la hembra. Las Artemias adultas bien alimentadas son muy fecundas y con sólo algunos miligramos de huevos es suficiente para comenzar una cría que podremos mantener, si la cuidamos, durante varios meses.

La estructura externa de los huevos varia según las estaciones de puesta. En óptimas condiciones de salinidad, las cáscaras vacias muy finas desaparecen rápidamente disgregadas por las colonias de bacterias. Si la salinidad es fuerte (1.028 y más) las cáscaras más gruesas permanecen en la superficie, creando una proliferación de bacterias patógenas, nada buenas para el conjunto de cría.

Alimentación:

Para alimentar a las artemias se puede hacer de varias formas. La más sencilla es comprar el alimento comercial que se vende a este efecto, suele ser un extracto en suspensión de fitoplancton y levadura. Si se utiliza éste, es conveniente remover el agua de vez en cuando para que no se quede en el fondo y lo coman las artemias.

Una forma barata de alimentar a las artemias es preparar nuestro propio extracto casero. Esta suspensión alimenticia es una disolución de levadura natural en agua salina.

También se puede cultivar fitoplancton compuesto por algas flageladas microscópicas. Se cultiva dentro de botellas de plástico tapadas simplemente con algodón, sin aireación. Se llenan de agua de mar (unos 250-300 ml.) en las que se mezclan una o dos gotas de abono líquido que puede ser el destinado a las plantas de casa (que no contenga insecticidas). Las botellas deben iluminarse de
12 a 15 horas diarias, evitando los rayos de sol. Al día siguiente el medio está disponible para meter el alga (Dunaliella, recomendada), sobre 5 ml. por botella. Estas algas no son visibles más que por el microscópio, pero después de algunos días la abundancia es tal que colorea el agua. Se distribuyen a las artemias varias veces al día y se intenta rotar las botellas de donde se sacan para no acabar con el cultivo.